miércoles, 9 de septiembre de 2009

Y no me importa el que diran...



Es tan simple como, a la vez tan complicado, uno viene de estar solo, de no saber cómo salir adelante, de sentir que tiene mil y un problema, hasta que todo de repente cambia, encuentra amigos, soluciones, consejos, enseñanzas, momentos de risas, que parecen llenarlo todo, cuando piensa que está completo, pum aparece de repente algo inesperado que termina de llenarlo.
Al principio cuesta creerlo, cuesta conocerlo, cuesta pensar en que eso nos va a terminar de llenar, nos cerramos, no dejamos que nos conozcan, ponemos barreras, nos alejamos, hasta que vemos que es, si eso es lo que queremos, y nos empezamos a acercar, a abrir, a confiar, a demostrar parte de lo que sentimos, empezamos a conocernos, a encontrar el camino. Nos damos cuenta que realmente nos terminamos de llenar, y empezamos a sentir cosas nuevas, como por ejemplo, estamos mal, bajoneados, enojados, histéricos, y escuchamos una voz, hablamos, sentimos un abrazo, un beso, una caricia, y eso nos tranquiliza, nos para el mundo, sentimos que todo lo malo se va, nos paralizamos con el tan solo hecho de pensar que estamos completos, que tenemos la compañía necesaria.
A veces me pongo a pensar que tenerlo a mi lado es como tirarme a mirar las estrellas, sentir esa tranquilidad de estar tan solo mirando a una sola cosa, de estar pendiente de una sola cosa, eso me tranquiliza, me da paz, me hace olvidar de todo.
Si no lo tengo, me siento vacía, si no lo tengo, me pongo mal, si no lo tengo, no soy nadie.

Gracias te quiero amor ♥


At.

No hay comentarios:

Publicar un comentario